Latinoamérica atraviesa una convulsión social – política muy particular. Perú no es la excepción, aunque de forma más focalizada en algunas regiones del país. El contexto global económico y la coyuntural local están afectando también el comportamiento de consumo. El Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) informó que en agosto de este año el PBI creció un 3,39%; sin embargo, aún no se puede estar seguro si esta curva de recuperación se mantendrá y/o la confianza del ciudadano y el consumidor crecerá.

Sin tener esa precisión ya se han venido dando cambios. En setiembre de 2018, Nielsen publicó el estudio Tendencias del Retail, Evolución del consumo y auge de nuevos formatos, en el que ya se reflejaban ciertas conductas que se venían dando en el consumidor peruano y de Latinoamérica. Quiero destacar 3 fundamentales:

  1. Los consumidores muestran mayor actitud por el ahorro en gastos de hogar: En Latinoamérica ya un 51% había reducido en salidas de entretenimiento; un 49% reportó menores gastos en ropa nueva; y un 48% precisó haber hecho cambios a marcas más económicas. Perú en dicho estudio ya tenía un decrecimiento promedio de 5% respecto al 2017 en la canasta familiar; así como caídas en el consumo de canal tradicional y en la categoría de bebidas.
  1. El consumidor peruano comenzaba a apostar por el rendimiento: en 3,5% era la variación en el 2018 respecto al 2017 en los productos de peso-valor “grande”. Ya los consumidores en busca del ahorro tanto en canal tradicional como en autoservicios.
  1. ¿Cómo se comporta un consumidor en una época económica más compleja? Hay 8 conductas que los peruanos y los latinoamericanos comparte ante “crisis”. Las 3 primeras las podemos categorizar en conductas de “consumidor cauteloso” y serían: a) calidad de vida secundaria; b) modo de ahorro; c) no gastar más de lo que ganan. Hay conductas cambiantes respecto a los canales de venta: menor lealtad y preferencia en canales emergentes. Un último grupo de acciones que evidencian más valor por el dinero: preferencia por los tamaños grandes y multipacks, preferencia por marcas de menor precio y por marcas propias.

Sin duda, este reporte de Nielsen refleja que el comportamiento del consumidor también es más complejo y requiere de respuestas más estructuradas a nivel comercial, en canales y productos o servicios. Lo cierto es que valdrá la pena ante tiempos más complejos gozar de respuestas más competitivas.