En el 2019, en Perú se importaron 253 automóviles híbridos y 16 eléctricos, de acuerdo al último informe elaborado por la AAP.

La tendencia de la electromovilidad viene consolidándose a nivel mundial, de modo que la pregunta no es si esta ocurrirá o no; sino en cuánto tiempo se masificará. A esta pregunta le podemos agregar en cuánto más llegará a países en vías de desarrollo y en particular al nuestro.

En Francia, en el 2017, el Gobierno de Emmanuel Macron sentó las bases para poner fin a las ventas de los autos de combustión a partir del año 2040. Y en los Países Bajos, para el año 2030 ya no se permitirá la circulación de autos de combustión interna. Sin ir muy lejos, México se comprometió a restringir la circulación de vehículos con motor diésel a partir del 2025. En algunos países el cambio se gestiona de forma planificada entre Estado, industria y ciudadanía; y en otros, la tradición automotriz puede parecer una gran barrera. Este último es el caso de Alemania, cuya economía depende de la actual fabricación de automóviles a combustión interna y donde el avance de los vehículos eléctricos ha sido sustancialmente menor en términos relativos.

En el Perú la penetración de los automóviles eléctricos aún es muy baja. Dentro de los principales obstáculos se encuentra el valor de adquisición, ya que existe una diferencia de aproximadamente US$ 8,000 frente a un automóvil convencional. El 45% del costo del vehículo eléctrico depende del valor de la batería. Al respecto, la investigación e innovación automotriz a nivel mundial van a un ritmo vertiginoso para reducir dichos costos.

Otra barrera es la falta de infraestructura de carga. Por ejemplo, si decidiéramos emprender un viaje al sur o al norte del país, no encontraríamos estaciones de carga eléctrica en el camino.

Noruega es un referente en movilidad eléctrica. La tercera parte de los autos que se vendieron en 2018 ya eran eléctricos y su intención es vetar la venta de nuevos autos de combustión a partir de 2025. Ahí los vehículos eléctricos no pagan impuestos, peajes, ni estacionamiento. Tienen adicionalmente permitido usar los carriles exclusivos de los buses.

Los avances tan dispares entre países desarrollados como Noruega y Alemania demuestran que el Estado debe asumir un rol activo.

En junio de 2019 se publicó el Plan Nacional de Competitividad y Productividad – PNCP, que tiene como objetivo principal promover la sostenibilidad en la operación de actividades económicas basándose en tres componentes: energía renovable, electromovilidad y combustibles limpios, y reducir la contaminación; además de la instalación de cargadores eléctricos. Esperamos que dicho plan sea ejecutado y se articule la participación de los diversos actores.