En nuestra Lima Metropolitana, el tráfico impacta negativamente en la salud de las personas. Las cifras lo evidencian: el 55% de limeños sufren de “mucho estrés” a causa del tráfico; y el 37% de ellos consideran que el tráfico les resta calidad de vida según un estudio de Marketwin. ¿Es esta una realidad que afecta a las empresas e instituciones? Estamos frente a una varible que puede afectar su continuidad en el futuro. Necesitamos entonces tomar acción en la implementación de estrategias para mejorar la vida de nuestros colaboradores.
Las personas no pueden pasar su tiempo solo trabajando y trasladándose. Entonces, ¿qué pueden hacer las empresas para dar el primer paso? Una alternativa posible es la flexibilidad laboral, es decir, iniciar el diseño de programas de trabajo en los que los colaboradores – por ejemplo- puedan tener horarios de ingreso y salida flexibles o trabajar desde casa, siempre manteniendo los objetivos y productividad requeridas. Según una encuesta publicada en Harvard Business Review, promover la flexibilidad permite que los trabajadores sean más felices, saludables y que tengan mayor motivación para trabajar.
Si el 45% de limeños gastan entre 2 a 4 horas trasladándose desde su casa hacia su centro de trabajo, parece claro que debemos sacar ventaja de ese tiempo y configurar un plan de flexibilidad laboral que nos otorguen resultados positivos en la salud y calidad de los colaboradores. Un día a la semana podría ser una alternativa para iniciar este proceso, buscando el mejor horario, en beneficio de la persona y la empresa.
Más allá de la diversidad empresarial, la naturaleza propia de los sectores económicos y las prioridades de crecimiento, ya vemos ejemplos de buenos programas de flexibilidad laboral local e internacionalmente. Un ejemplo es la empresa StatKraft Perú. Dicha compañía ha implementado una política de flexibilidad laboral adecuada para que los trabajadores de diversas áreas tengan horarios flexibles o la opción de laborar desde casa. Si bien no es una política que se usa de forma permanente, sí es una posibilidad real que viene generando un impacto positivo en su equipo humano y eso se demuestra en la eficiencia, los resultados y el compromiso hacia la organización. Los planes de crecimiento empresarial, los planes de desarrollo de personal, los indicadores de gestión y las formas de evaluación del desempeño tendrán que comenzar a ser más dialogantes frente a estos escenarios.
Es cierto que nos queda mucho por hacer. Desde el Gobierno por implementar la infraestructura vial requerida; desde las empresas por fomentar el teletrabajo, la flexibilidad y la descentralización de sus sedes; hasta el mismo ciudadano en el rediseño de su mapa de movilidad, el respeto de las normas y el cambio de paradigma sobre el uso de transporte público. Todos estamos llamados a aportar en la búsqueda de alternativas saludables al tráfico.