El 8,7% de los limeños ya se ha mudado cerca al trabajo o al colegio de sus hijos como solución al problema del tráfico

  • Según el estudio Tráfico y Tendencias de Movilidad Urbana 2017, el 82% de los limeños precisa que el tráfico le quita calidad de vida y el 90% cree que usaría más transporte público si mejora su nivel de seguridad.

  • Limeños señalan al Gobierno como el principal responsable del problema. Poco más del 35% atribuye a la ciudadanía responsabilidad vinculante.

Con el objetivo de analizar las tendencias de movilidad urbana en los ciudadanos, los hábitos y efectos del tráfico en sus vidas, la Consultora Marketwin presentó el estudio de “TRÁFICO Y TENDENCIAS DE MOVILIDAD URBANA EN LOS LIMEÑOS – 2017”. La investigación aplicada a personas que residen en Lima (Norte, Este, Sur y Centro) analiza los impactos en salud, en economía, calidad de vida y cambio de estilo.

Clara Agustín, gerente de Marketwin y docente de la Escuela de Postgrado de la Universidad del Pacífico, indicó que la investigación permite identificar que los principales motivos de desplazamiento de los limeños están focalizados en ir a trabajar y a estudiar, como lo indican un 74% y 24.7%, respectivamente; y en menor medida, el realizar compras o visitar a familiares o amigos.

La especialista señala que, según el estudio, el tráfico tiene un impacto significativo en la economía de las personas que se trasladan en Lima. En promedio, se puede llegar a gastar, entre lunes a viernes, un estimado S/. 38 soles. Este gasto varía durante el fin de semana (en el que puede llegar a un promedio de S/. 12.38 soles); lo que en suma podría generar un costo general superior a los S/. 50 soles. En personas que poseen vehículos propios, considerando variables como costos de adquisición, seguros y mantenimiento, combustibles y otros; en una semana el gasto podría ascender a S/. 238 soles en auto; S/. 55 soles en moto; y S/. 66 soles en el caso de mototaxi.

El estudio también presentó data sobre una serie de hábitos y perspectivas en la forma en la que las personas nos trasladamos en Lima y se identificó que la tendencia es la de un comportamiento individualista, sin asumir opciones proactivas, con poca disposición a dejar las comodidades y cambiar de hábitos.

Cuando se consultó si los propietarios de autos estarían dispuestos a dejar su vehículo por usar otro medio de transporte, el 45.7% manifestó que no haría el cambio. El 96% del total de encuestados sostuvo que usaría transporte público si hubiera mayor seguridad.

Un punto clave de cambio será cuando se asuma un nivel de responsabilidad personal. El 57% de la población considera que al usar transporte público están ayudando a reducir el tráfico. Este es un medio que ya usa una gran mayoría y no hay aportes significativos en ello. Otras conductas más proactivas son las indicadas por el 43% que, considera que caminar mitiga el problema; o la precisada por 19%: compartir el viaje en un vehículo. Eso demuestra que estamos frente a personas preocupadas por minimizar el impacto negativo en su calidad de vida y el impacto ambiental del transporte. El consumo colaborativo se hace más evidente: carpooling familiar (30%) y laboral (14%) son empleados en los que tienen vehículos propios.

De acuerdo con el estudio, también se estima que el tiempo invertido en movilizarse para ir a trabajar es de 2 a 3 horas al día. Los limeños que viven cerca de su centro laboral tienden a tener mayores desplazamientos, ya sea para hacer compras, practicar deportes o ir al cine; mientras que la población que supera las distancias de 16 kilómetros, no tienen tiempo de hacer otras actividades a causa del invertido en ir y retornar del trabajo. El 76% de los encuestados precisan que el tráfico les genera “mucho y bastante” estrés, mientras que el 61% precisa que le quita “mucha o bastante” calidad de vida.

El 60% de la población considera que la saturación de vehículos es uno de los principales problemas del tráfico de Lima y el 38% cree que los conductores imprudentes son el segundo problema que genera congestión vehicular. Más allá de ello y de los responsables, las personas deben entender que reestructurar un mapa de movilidad personal hacia su trabajo, casa o lugares de frecuencia, es más eficaz porque se encuentra a la mano de las personas.

Los limeños debemos asumir cambios pronto, los mismos que seguro con las siguientes generaciones serán más frecuentes. Vivir cerca del trabajo, mudarse de manera más próxima al colegio de los hijos, etc., son conductas que serán más frecuentes en millennials y centennials; y evaluar el costo-beneficio de la movilidad y traslados serán para las personas y empresas una tarea más recurrente y cercana.