6 agosto, 2022

Gestión.pe

Compartir:

SECCIÓN: Economía

Scooters y bicis eléctricas en Lima, peruanos dispuestos a pagar hasta S/ 3,000 en promedio

1. ¿Se está convirtiendo el Perú en un mercado importante para las marcas de micromovilidad eléctrica? 

 Para entender si un mercado brinda oportunidades para la comercialización de un tipo de productos, como los vehículos de micromovilidad eléctrica, es necesario analizar 3 variables: hábitos en el consumidor, infraestructura y marco regulatorio, accesibilidad de precio y financiamiento.  Partamos de que existe una necesidad de movilizarse en ciudades cada vez más tugurizada, de largas distancias y con problemas de tráfico. La micromovilidad cubre la necesidad de trasladarse en tramos pequeños, por lo que responde la necesidad de aquellos que se movilizan a cortas distancias. Lo cierto es que en el país, el crecimiento de la micromovilidad viene siendo centralizada en algunas ciudades; y más la micromovilidad eléctrica. Fundamentalmente, hablamos de Lima. En el 2020, el MTC proyectó invertir más de 22 millones de soles para el desarrollo de infraestructura y ciclovías en 23 ciudades, pronosticando favorecer a 8 millones de personas. Lo cierto es que sabemos que Lima hay 250 kilómetros en 50 ciclovías, a lo largo de 14 distritos, que no están integradas en su totalidad. La limitación de la infraestructura y los pocos avances regulatorios son muy importantes para comprender que aún la micromovilidad, y más aún la eléctrica -que demanda puntos de recarga, una regulación particular, entre otros-, no tienen condiciones favorables para su desarrollo. Tenemos empresas comercializadoras que importan marcas o maquilan vehículos con marcas propias y compañías prestadoras de servicios, que vienen impulsando el crecimiento de este segmento. Scooters, bicicletas, motos eléctricas y otros vehículos cuya fuente de energía es eléctrica tienen un dinámico ritmo de mejora en prototipos e innovación, lo que eleva su costo. Por ello, es clave pensar en el financiamiento de cara al comprador. Tenemos un segmento con mucho potencial que dependerá de seguir promoviendo mejoras tecnológicas que impacten en la indepencia del vehículo y su capacidad de almacenamiento de energía, mejor infraestructura y regulación; así como formas de financiamiento para impulsar su compra en un mercado de contexto inflacionario (considerando, por ejemplo, que un scooter eléctrico podría costar desde 700 hasta 7000 soles). 

 2. ¿Cómo participa Crosland de este mercado de vehículos eléctricos? ¿Desde cuándo? 

 Desde hace más de 5 años, el Grupo Crosland participa promoviendo y comercializando vehículos de micromovilidad urbana. Comercializamos las marcas Ninebot, que es líder en el mundo en el desarrollo de vehículos eléctricos y scooters para la microvilidad en los mercados asiáticos, europeos y de EE.UU.; Onebot, marca líder y fabricante de bicicletas eléctricas y dispositivos de transporte personal; y Protuner, nuestra marca que tiene una gama de scooters y bicicletas eléctricas, así como otros dispositivos y accesorios necesarios para el transporte personal. Nuestra comercialización en tiendas se centraliza en Lima, en tiendas propias, con distribución a nivel nacional, y a través de canales de terceros, como tiendas de retail. 

 3. ¿Cuáles son sus proyecciones de crecimiento respecto a la demanda de motos, scooters e incluso cuatrimotos eléctricos? 

 Es un mercado con potencial, pero de crecimiento aún condicionado por las variables de infraestructura, hábitos, regulación, formas de financiamiento, entre otros. Estamos focalizados en consolidar la comercialización de estas 3 marcas, en el segmento de vehículos de micromovilidad eléctrica y no eléctrica. Las proyecciones son complejas  si consideramos que tenemos un entorno inflacionario donde se racionalizan mucho las compras y adquisiciones de vehículo, así como una una tendencia alcista en tarifas de servicios eléctricos, que terminan siendo la fuente energética de esto vehículos. Queremos sostener lo avanzado y seguir promoviendo los hábitos y beneficios que otorgan este tipo de vehículos. 

 4. ¿Con cuántas marcas de microvilidad eléctrica trabajan?

Comercializamos y distribuimos las marcas líderes como Ninebot y Onebot, para scootes y bicicletas eléctricas, respectivamente. Nuestra marca propia Protuner, que tiene una gama de scooters y bicicletas eléctricas son desarrolladas con tecnología de punta y diseñadas para una mejor performance de los vehículos considerando las condiciones de la infraestructura peruana. Es decir, buscamos una mejor independencia y duración de la fuente de energía, llantas y accesorios de mejor durabilidad y resistencia para nuestras vías. Los atributos de nuestra marca propia responde a las necesidades locales para movilidad personal, con fines laborales, recreativos, entre otros. Los compradores de vehículos eléctricos son, en su mayoría, hombres; con un nivel de información muy alta y técnica respecto a las tecnologías aplicadas en los vehículos; dispuestos a pagar hasta 2500 soles por un scooter eléctrico o 3000 soles por una bicicleta de este tipo. Si se considera que un scooter eléctrico podría incluso llegar a costar hasta 7000 mil soles,  nuestros compradores valoran mucho el precio-durabilidad-tecnología en la performance y uso. 

5. El Centro de Innovación e Ingeniería para la Industria (CEIIA) en una reciente entrevista con la Agencia EFE habla sobre el uso futuro de la movilidad eléctrica como un servicio compartido para cuidar el medio ambiente, ¿comparten esta opinión? ¿cómo se imaginan el futuro de la electromovilidad en el país?

 Es algo que ya se percibe en las ciudades inteligentes, con mayores niveles de desarrollo de infraestructura  y con marcos regulatorios más avanzados. Pero también se visibiliza en nuestro país, que este tipo de vehículos, es de uso compartido, al punto que hay empresas de servicios de micromovilidad bajo ese modelo. Los que compran o adquieren estos vehículo, consideran ya no solo un uso personal, sino de otros miembros dentro del hogar. El uso compartido generalizado requiere de una mejor infraestructura para el almacenamiento y custodia de los vehículos, para la carga de los mismos, para la facilidad operativa de limpieza y mantenimiento, para la cobertura de tramos más extensos, entre otros. En el país y en Lima, considerada una de las ciudades más contaminantes de Latinoamérica, promover la micromovilidad es una necesidad; y más aún la que se alimenta de fuentes energéticas sustentables.